miércoles, abril 27, 2005

camino a rosario

Escrito por pablo @ 6:28 p. m.






viernes, abril 22, 2005
Escrito por pablo @ 4:09 a. m.

dos pasos para adelante, uno para atrás.

eso es todo por hoy.


lunes, abril 11, 2005

Sobre casualidades y libertad de desición

Escrito por pablo @ 8:13 p. m.

(A propósito del 17 de mayo: inicio del juicio por los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki)1

POR: MARIANO PACHECO
(FRENTE POPULAR DARÍO SANTILLÁN)

“Somos responsables de todo, ante todos”
(Dostoievski)

Cuando leí La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera, me pareció que su “teoría de las casualidades” era un poco exagerada. Sin embargo, cuando comencé a recordar mis primeros encuentros con Darío Santillán -por cierto, esas actividades fueron las primeras en las que participó políticamente- ya no consideré de igual manera las posiciones del autor Checo: es que una cadena de casualidades me llevaron a conocer a Darío y compartir luego un camino militante en común con él.
Recuerdo un 24 de marzo. Yo estaba en plena organización de la “radio abierta”. La plaza que se encuentra frente a la estación de trenes de Quilmes comenzaba a “decorarse con banderas. Lo recuerdo bien: fue en 1998. Observé a un muchacho barbado dar vueltas por el lugar. Tenía un buzo de Hermética. Tras unos breves minutos se sentó, solo, en un costado de la plaza.
Quizás porque era uno de los mas grandes – aunque tenía apenas 17 años -, quizás porque era el mas caradura para asumir tareas de tipo “públicas”, me acerqué hasta el muchacho y le tendí un volante. Al instante comencé a contarle: que éramos de la 11 de Julio2; que estaba por comenzar una actividad. Cuando estaba en tren de comentarle el significado político que para nosotros tenía aquél día, él me corta y dice:
- Si, ya se. Yo vengo a esta actividad. Por supuesto, quedé perplejo: es que casi nunca, nadie desconocido, se acercaba a una actividad. Pero, directamente duro quedé cuando agregó:
- Lo estoy buscando a Mariano Pacheco. Claro, me buscaba a mí. Pero ¿por qué? ¿de donde me conocía? Antes de que preguntara algo el panorama se aclaró:
- Soy Darío Santillán. Soy alumno de Andrea, remató el barbado.

Estudiando en el Normal de Quilmes -tenía entonces 14 años- me puse de novio con una chica de mi misma edad, por cierto muy bonita (recuerdo que se llamaba Florencia y no tengo desde hace años noticias de su vida).
Su mejor amiga de entonces se llamaba Guadalupe (ambas cursaban, como yo, segundo año en el mismo colegio). La tía de la amiga de mi novia se llamaba Andrea y es una excelente docente de literatura (también cursó el secundario en el Normal de Quilmes). Pero ¿que tiene que ver todo esto con Darío Santillán, aquel militante piquetero que fue asesinado el 26 de junio de 2002 en la denominada Masacre de Avellaneda? Nada.... o quizás todo... o al menos bastante.
Como comentaba, yo cursaba el secundario en el Normal de Quilmes cuando comencé ese noviazgo adolescente (nada mas y nada menos que el primero). Por supuesto, era un pésimo estudiante. Cuando terminó el año escolar me llevé varias materias y entre ellas, literatura. Como la tía de Guadalupe -desde entonces y hasta hoy mi mejor amiga- era profesora de esa materia, ofreció presentármela para ver si podría ayudarme. Tarea difícil, claro! Por supuesto que con una docente como ella pude preparar la materia y rendirla bien. Desde entonces, y hasta hoy, me tomo el atrevimiento de llamarla “la Tía Andrea”.

Por esas cosas de la vida, mi noviazgo con Florencia se terminó y mi amistad con Guadalupe y Andrea se fortaleció. Recuerdo que por esos días, Guadalupe me regaló mi primer libro de poesía: Gotán, de Juan Gelman. También por esos días me enteré que sus padres eran los dueños de la librería El Monje: allí compraba muchos de sus libros Cacho, el compañero que estaba a cargo de los cursos de formación del MPV3. Fue Berenice, la madre de Guadalupe, quien me hizo leer por primera vez a Jean Paul Sartre. Fue Andrea quien nos hizo leer por primera vez – tanto a mí como a Darío- a Simone de Beauvoir.

Parece que la cadena de casualidades de la que hablaba Kundera en su novela no está tan alejada de la realidad. Si ese año yo no me hubiera llevado literatura a examen; si no hubiera comenzado mi noviazgo con Florencia; si Guadalupe no hubiera sido su mejor amiga; si su tía no hubiera sido docente de literatura; si no hubiese dado clases en el Piedrabuena.... sin toda esa cadena de casualidades quien sabe como hubiese sido la historia.

La cuestión es que Andrea ya no era militante y Darío todavía no lo era. Sin embargo, las charlas sobre la vida los llevó a conversar de política. Andrea le prestó muchos libros a Darío y él profundizó muchas de sus inquietudes.
Darío vivía en Claypole y cursaba el colegio secundario en el Piedrabuena de Solano. Yo vivía en Bernal y estudiaba en Quilmes. Andrea vivía entre Quilmes y Bernal y daba clases habitualmente en esa zona. Pero ese año también dio clases en Solano y conoció a Darío.
La Agrupación 11 de Julio, que hasta entonces solo desarrollaba actividades en barrios y escuelas de Quilmes, empieza a trabajar en Solano: es que una de sus integrantes estudiaba en el Normal de Quilmes pero vivía en Solano y, en su barrio, era catequista e integraba un grupo de jóvenes de una parroquia surgida de la toma de tierras y la Teología de la Liberación.

Finalmente Darío se integra a la Agrupación 11 de Julio y luego al MPV, que estaba en plena fusión con otro agrupamiento. Producto de esa unión y la profundización de ciertas diferencias políticas, un grupo de cumpas nos retiramos de la “Organización”: entre ellos se encontraba Darío.
Entusiasmado con la experiencia local del MTD de Solano – y en menor medida con la del MTD de Florencio Varela – e influenciados por el desarrollo de la de las experiencias del interior del país – tanto nos atraían que viajamos a Corrientes a conocer los Cabildos y a Chaco a visitar al MTD de la Provincia -, nos propusimos contribuir a la experiencia que en la zona se comenzaba a gestar con la conformación de la Coordinadota de Trabajadores Desocupados.
Fue entonces cuando aquel puñado d militantes decidimos volcar todo nuestro esfuerzo en post de un único objetivo: desarrollar un Movimiento de Trabajadores Desocupados en Lanús y otro en Almirante Brown e integrarnos a “La Coordinadora”.
Lo que continúa son años de luchas y subterráneos procesos de organización. Años en los que Darío tomó una importante determinación: asumir un compromiso militante en las sendas de la revolución.
Claro que, para aportar de una manera concreta a una revolución, había que empezar por algún lado. Para aquel puñado de militantes, lo palpable pasaba por potenciar aquella experiencia que con el tiempo se empezó a denominar “Movimiento Piquetero”.
En esa experiencia Darío dejó sus días: asambleas barriales; incipientes proyectos productivos autogestionados; movilizaciones, cortes de ruta, calles y puentes; construcción de salones comunitarios (los denominados “Galpones”) y talleres de Educación Popular, entre otras cosas.
En ese proceso hubo una gran apuesta. Claro que (sólo) con comedores y planes trabajar no se conquista la victoria popular. Claro que el objetivo de la lucha no es (sólo) garantizar la subsistencia material de todos: el objetivo es la emancipación del trabajo frente al capital; la superación de la alineación y la liberación de la Humanidad. Pero por algún lugar -tras la derrota de los 70- teníamos que empezar.

Empezar por los MTD fue nuestra apuesta. En ese proyecto, como decíamos, Darío dejó sus días. En ese proyecto Darío se topó con la muerte. Muerte que es un fiel reflejo de que, aun en las condiciones mas adversas, podemos elegir (por supuesto que el medio nos condiciona). Y eligiendo nos comprometemos. Porque con cada acto nos elegimos. Por eso cada uno, cada una, es responsable de lo que es. Citando a Sartre4, podemos decir que el ser humano “al elegirse, elige a todos los hombres”; “compromete [con sus actos] a la humanidad entera”.
En ese sentido es que, la actitud de Darío ante la muerte es un acto ejemplar. NO PORQUE ELIGE LA MUERTE, sino porque, en una situación extrema (“situación límite”, parafraseando nuevamente a Sartre) como la que se le impuso en la Estación Avellaneda, eligió un compromiso con sus valores éticos y llevó esa elección hasta sus últimas consecuencias.
Indudablemente, la responsabilidad es como una carga; genera angustia. Pero no es posible librarnos de ella. No es posible NO elegir. Siempre – aun no eligiendo – optamos por algo, nos comprometemos.

La fuerza policial, con Franccioti a la cabeza, eligió con su accionar un tipo de Hombre. Darío, Maxi y cada uno de los compañeros y compañeras que protagonizamos aquella jornada, elegimos otro tipo de Humanidad (espero que diciendo “Humanidad” en vez de “Hombre”, ninguna compañera de la Asamblea de Mujeres me critique en el próximo corte de puente, al menos no por esto!).
Indiscutiblemente, esta libertad no es gratuita. Pero es nuestra condición. Esto es lo que somos. “Somos los que encendimos el amor para que dure – escribió alguna vez Juan Gelman5- para que sobreviva a toda soledad. Hemos quemado al miedo, hemos mirado frente a frente al dolor antes de merecer esta esperanza”.

LIBRES O MUERTOS, JAMÁS ESCLAVOS.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!!




JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES MATERIALES Y LOS AUTORES INTELECTUALES DE LA MASACRE DEL PUENTE PUYRREDÓN, EJECUTADA EL 26 DE JUNIO DE 2002 EN AVELLANEDA POR UN OPERATIVO CONJUNTO DE LAS FUERZAS DE REPRESIÓN, AL MANDO DEL ENTONCES PRESIDENTE DUHALDE Y DONDE PERDIERON LA VIDA NUESTROS COMPAÑEROS DARÍO SANTILLÁN Y MAXIMILIANO KOSTEKI.


viernes, abril 08, 2005

vuelta a las aulas

Escrito por pablo @ 3:15 p. m.

1. Cada año cuesta más volver a cursar en la facultad. Significa arrancar el año oficialmente, y sumergirse en un mar de responsabilidades que no siempre hay ganas de asumir, más bien uno quisiera retrasarlas. Pero también se nos cruzan otras inquietudes y finalmente aceptamos volver bajo ese contrato tan desigual que ofrece la universidad.

2. En 1997 conocí por primera vez la facultad de filosofía y letras. Y fue un asombro, un mundo totalmente desconocido. Sobre todo me impacte por lo que era la actividad política de ese entonces. Carteles por todos lados, puestos con publicaciones independientes, periódicos de partidos de izquierda, muchos volantes. Una rareza total. Y por si fuera poco entre ese mar de propaganda visual encontre un afiche que invitaba a una actividad de los "100 años de la protesta humana" periódico que represento durante un tiempo la voz oficial de la F.O.R.A. y luego paso a manos de diferentes corrientes libertarias. En la pequeña columna "durruti", una columna de cemento pintada de negro, lucían varios afiches más.
A partir de ese afiche conocí la Federación Libertaria Anarquista, y mi primera charla de Osvaldo Bayer. La sala estaba repleta. Y debo mencionar que aunque no sobraron los infrecuentes intentos, no he vuelto demasiadas veces a ese lugar. Que por esos momentos me resulto tan deslumbrante. En cambio, si luego de varios años, he comenzado a cursar en la facultad de filosofía.

3. Entrar ahí era pasar a las "ligas mayores" de la militancia estudiantil. Eso es lo que pense hasta dos semanas después de empezar las clases y asistir a una asamblea dirigida enteramente por hombres que se disputaban la palabra y terminaron a los golpes limpios.

4. Pues si. Ha pasado el 19 y 20 de diciembre en la facultad y las cosas siguen más o menos igual que cuando fuí por primera vez en 1997. Salvo que franja morada ya no tiene su abrumadora dirigencia estudiantil. Pero sigue en lugares claves donde se manejan los recursos de la facultad y planes de estudio.

Como muchos/as me he dedicado a participar en algunas actividades que se realizaron por diversas protestas. Pero finalmente ninguna agrupación merecia mi apoyo. Aún peor, poco es ya mi entusiasmo en trabajar con muchas de las personas que diariamente pasan por ese enorme edificio. Las amistades y compañeros/as corren en paralelo, generalmente, de otras actividades por fuera y dentro casi nada.

5. Aún así, aunque haya elegido soportar temporalmente toda esa gigante caja de estupideces que muchos creen para poder acceder a una bibliografía interesante, no dejo de molestarme con muchos de nuestros profesores que se creen tan radicales y novedosos. Ahora conviene hablar de la "horizontalidad" y de la "autonomía". De una nueva izquierda. De lo viejo que son todos esos afiches. De que los estudiantes del centro hablan como en los 70, y eso esta MAL. Porque los profesores han leído a Deleuze, a Derrida y se han instruido en el pos pos estructuralismo. Y en la deconstrucción del discurso, y otras ofertas editoriales.

6. Cuanto siento que alguno esta aprovechando su lugar de poder, solo pienso en las estúpidas que son sus reglas. Esas que disponen un sistema de configuraciones de espacios de poder. Reglas para ser algo, alguién y poseer el poco capital que pueden conseguir de reconocimiento, solo posible por estas dispociciones, por demás arbitrarias, basadas en modelos ¿feudales?. Bueno algo así.

7. Tengo más para decir, podría seguir la larga lista. ¿El rol de los intelectuales? Pues si que esta lejos de lo que alguna vez llevo a la práctica Gramsci. Todos somos intelectuales en cuanto podamos repensar críticamente nuestras prácticas, en cuanto podamos repensar y accionar en el mundo. Pues nada de eso parace resonar en sus escritorios, ahora amurados al suelo.

8. Pero la novedad es que he comenzado a cursar la famosa Historia Social General "B". Que todos los profesores tanto temian. Porque si se sale una catédra paralela ¿cuántas más se organizaran?. Veremos que sucede. Hoy en mi primer clase me fuí contento. Y eso ya es mucho.